No se puede afirmar que este sea un juego autóctono burgalés pero si que ha tenido aficionados en nuestra tierra. Son chicas y chicos los que juegan o jugaban a la rana, los que se reparten las fichas o “petancos” para lanzar a la boca de la rana.La mesa oscila entre los 80cm. y un metro de altura y su superficie suele ser de medio metro cuadrado. En medio, está colocada la rana con su bocaza abierta. También puede haber otras tres aberturas (no en la rana q
ue tenemos en Castresana), e incluso, una con un molinillo horizontal que se mueve por el impulso del “petanco” que ha de tener 38mm. de diámetro y un peso de 60gr. La distancia de tiro es de tres metros y medio y la partida se acaba a los diez tantos.
Como siempre existen variaciones del juego.
En Castresana hoy en día tenemos una rana a la que solemos jugar en fiestas (las cuales se celebran el segundo fin de semana de Julio) y juegan tanto personas adultas, jóvenes como niños/as. El ganador, la persona que más fichas haya metido, se lleva una copa o trofeo.
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